Mi Opinión: 'Jeune et jolie', una íntima mirada al despertar sexual
Muy bien François Ozon. Eso es lo primero que tengo que decir. Un director irregular, pero que no pierde la pasión por lo que hace. Y que hace de sus guiones, complejos objetos para que el espectador trate de analizar y comprender a sus personajes. Juega con los extremos de una manera brillante. Haciendo una narrativa fluida que enfoca la trama y el entorno en todo momento hacia la protagonista, sin caer en lo aburrido.
Su última película fue “Dans la maison”. Y si damos una vuelta por sus películas (“Dans la maison”, “Sitcom”, “8 femmes”, etc) veremos la esencia de Ozon. La belleza como punto fuerte, el poder del sexo, las obsesiones. La importancia de la mujer y la sexualidad femenina. Precisión a la hora de contar la historia. Ese es François Ozon.
El despertar de la sexualidad. Impresionante el trabajo de Marine Vacth como Isabelle. Es toda la película. A pesar que la también modelo hace su debut en el protagónico y con un papel nada fácil, Marine logra transmitir en pantalla y meterse en el cuerpo de una hermosa joven, inteligente, valiente, y por momentos muy fría, que hará un viaje hacia el autodescubrimiento sexual desde el inicio del film, pasando por su primera experiencia con un chico, hasta vivir una doble vida, la de estudiante y la de prostituta de lujo (Lea).
Pura belleza. El trabajo de Vacth no sólo pasa por su enorme belleza e impresionante cuerpo, que en realidad distraen muchas veces y por ratos llegas a centrarte en esos ojos tentadores y esos labios casi puros. La naturalidad de su frivolidad y la manera de transmitir con sus ojos, generan un ambiente que atrapa, hechiza, e invita a recorrer el cuerpo de la protagonista y sus aventuras sexuales, divididas en 4 capítulos, las estaciones del año, con varias dosis de erotismo y algunas líneas de humor negro.
Las Estaciones. El verano comienza con la primera experiencia sexual. El otoño cae con las aventuras de Lea como dama de compañía. El invierno frío llega con la revelación del secreto de Isabelle y todo oscurece para ella. Pero entonces llega la primavera y genera el florecimiento de la realidad para la protagonista y el final.
La película recorre la vida de Isabelle y su inocencia, ligada a sus cambios como mujer mientras trascurre la cinta. Desde que se convierte en una mujer, explora su sexualidad al máximo, se enfrenta a los problemas familiares y descubre las consecuencias que han traído sus actos.
En su mundo normal, la bella chica solo se conecta con su pequeño hermano Victor, interpretado por Fantin Ravat, quien es su confidente. Un chico curioso, demasiado curioso muchas veces y atrapado también por la belleza del cuerpo de Isabelle. Con Victor, Isabelle comparte conversaciones sobre sus inquietudes, sus secretos, sus placeres, su vida.
Para completar la familia, está su mamá traumatizada (Géraldine Pailhas) y sorprendida por el gran cambio de su hija. Un personaje con mucho dramatismo y escenas cargadas con su propia hija. Insultos y agresiones vuelve aún más tensa la relación madre-hija.
Y su padrastro (Frédéric Pierrot), despreocupado que no le toma mucha importancia a los problemas de la familia. y que siempre termina en situaciones complicadas, ya sea desnudo frente a Isabella o viendo a la muchacha en el baño tomando una ducha. Claramente uno de los conflictos emocionales de Isabelle: la falta de una figura paterna.
Su valentía para sobreponerse es la clave para que Isabelle pueda soportar toda la película. No hay juicio moral de parte del director, solo muestra lo que ella quiere y desea. A veces solo quiere complacerse, y nada más.
El final tiene un giro sorprendente. Corto, pero intenso, donde participa Charlotte Rampling. La escena final, que recae en Rampling y Vacth se vuelve magnífica y funciona de maravilla junto a la banda sonora.
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